miércoles, 5 de mayo de 2010

Roces de cenizas







De noche, a obscuras
desnuda en una cama de seda
confundo texturas,
ese roce que me seda,
ese roce que endiablura
ojos entreabiertos,
para buscarnos
en la penumbra,
ese roce que es mi lumbre,
ese roce que deslumbra,
saltan chispas y arde tela
cuerpo y seda,
vela de la noche en vela,
cuerpos candentes con miradas frías
viven a Neruda,
en pícaras sonrisas a horas tardías.
Ojos entrabiertos,
de cuerpos que se memorizan,
juegan a aprenderse,
juegan a prenderse,
roces de cenizas.
F.H.B.

Hazlo saber

Vuela pequeña, con el gracejo de tu madre;
vuela pequeña, sobre la tierra de los mares.
Vuela pequeña, vuela golondrina, vuela gaviota.
Vuela por la noche, por el día, vuela por la tarde.
Mientras vuela recupera el aliento y coge aire.

No serás ave de paso gracias a tus madres
Recuérdalo, que tú eres la que vuela,
que no Ícaro.
Picotea los ojos del que te encadenó,
para que se entere de su ceguera,
que tú eres el ángel que aunque quemen, vuela.

Vuela sobre el cielo, sobre la tierra, sobre los mares.
Vuela pequeña, que sepan lo que vales.
Vuela pequeña, vuela mujer,
el futuro es tuyo, hazlo saber.

El regato de relatos y poesías

La poesía y los relatos son regatos, arroyuelos donde las personas van a buscar la fuente de otras realidades, donde buscan, viven, sienten y descubren, cada chapuzón es una experiencia nueva, cada recodo del arroyuelo es distinto, incluso cuando recorres el mismo a otras horas del día y de la vida...

Saludos, os doy la bienllegada

Si los relatos son buenos, se harán cortos, el deleite, como nuestra vida, es fugaz.
Las personas se recrean en el sufrimiento, recrearos en el deleite, recrearos en los relatos.